Tengo la ligera sospecha que el pasado sigue aprovechándose de mi...
Pensé que era una tregua por el regreso de una amistad,
pero qué tan cierto puede ser cuando sigue habíendo mentiras,
y detrás de ellas se esconde la verdad del por qué todo terminó.
No soy la madre Teresa de Calcuta
y tu bien me pareces un traidor vil...
no encuentro en las sombras la vieja figura del hombre y amigo
sólo veo destellos del sin verguenza que busca para sí.
Me lo advirtieron,
pero no soy de confiar en lo que dicen los demás
me gusta caer y tropezar,
me humillaste... una vez más...
y con desdicha creo que nuevamente me volviste a fallar...
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